¿Te das cuenta de tu camino hacia la meta profesional que te marcaste? ¿Tienes claro cuál es tu objetivo laboral? Cuando llevas un buen rato buscando las respuestas a tus preguntas sobre el futuro laboral, cuando notas que ya llegaste a este momento de agobio de tener tanta información sobre diferentes opciones que puedes tomar pero no avanzas hacía ninguna dirección, ¡para!. Apaga todos los dispositivos que por todos los lados te aseguran de que la mejor forma de sobrevivir la maternidad y seguir creciendo profesionalmente es hacer a, b, c y d, desconecta el cable que tienes enchufado a la información continua porque tu cabeza ya está bien cargada ;-). Ahora falta marcar las prioridades y sobre todo responder a una pregunta ¿qué quiero conseguir en mi vida?. O quizá no «conseguir» sino simplemente ¿qué quiero de mi vida?. Todos los días estamos bombardeados por los mensajes que nos indican que tenemos que saber a dónde queremos ir, tenemos que marcarnos un objetivo para conseguir la felicidad de poder decir algún día, «he llegado aquí y soy feliz». Tener claro lo que uno quiere, desde luego ayuda en marcarnos un plan y ejecutarlo con más facilidad, pero ¿qué pasa si uno no lo tiene muy claro?
«Tienes que conseguir un empleo lo antes posible, si tardarás mucho, la reincorporación al mercado laboral será más complicada» es una de éstas frases que la gran mayoría de los orientadores laborales tienen grabada y la reproducen cada vez que atienden a un nuevo candidato perdido que lleva tiempo sin saber lo que quiere de la vida. Yo misma también a veces la digo porque el mercado laboral hoy en día es bastante duro y aún le falta mucho por madurar para entender y aceptar que lo que más importa de un perfil profesional son las competencias, las capacidades, la motivación y la actitud, más que el tiempo que se esta fuera del mercado, más que la edad, más que el genero, más que la raza, más que….
Me gustaría siempre decir que explores, que disfrutes de tus aprendizajes, que pruebes y falles a veces y que tengas claro el como quieres que sea tu camino profesional llegues a donde llegues, sin importar tanto el objetivo marcado.
Vivimos en un mundo muy acelerado, en el cual pasamos la mayor parte de nuestra vida trabajando, tenemos hijos y los vemos 2 horas al día, tenemos amigos y los vemos como mucho 1 vez por semana, tenemos perros y a veces no podemos pasearlos ni 3 veces por día, tenemos hobbies y a menudo los descubrimos cuando nos jubilamos porque antes no tenemos tiempo para ello, y cuando nos despiden de un trabajo pensamos que el mundo se ha acabado, sentimos rabia e impotencia y mucho miedo de que ahora ya estamos perdidos.
El trabajo es importante igualmente como lo importante es tener la familia y la vida equilibrada porque solo tenemos una vida. Podemos tener muchos trabajos, podemos trabajar para las empresas, podemos montar nuestros propios negocios o podemos trabajar como freelance para diferentes proyectos y por supuesto podemos cambiar del trabajo las veces que nos apetezca, pero la vida solo tenemos una y la debemos vivir tal y como nos gustaría, por lo tanto antes de preguntar hacía donde quieres llegar, pregunta primero cómo quieres que sea éste camino.
¿Cuáles son tus prioridades vitales? porque éstos son los primeros que debes definir para construir una base que sostendrá tus prioridades profesionales y te dará fuerza para poco a poco ir cementando tu perfil profesional, tu expertiese y tu excelencia.
Por lo tanto, si no tienes claro cual es tu objetivo profesional, no te preocupes y no te agobies. Ves explorando diferentes campos, apúntante en diferentes cursos, formate en lo que te hace ilusión sin fijarse tanto si es una salida profesional más recomendada o no, busca inspiración, rompe tus esquemas y haz cosas que antes no te atreviste y por último observa a tus hijos y fíjate como disfrutan descubriendo el mundo. Aprende de ellos y de su «mindfulness» es decir de su capacidad de la plena presencia en el momento. Conectate contigo misma y simplemente ten ojos bien abiertos para percibir todas estas señales que te esta dando la vida de lo que puedes hacer aquí y ahora.
Suena bonito ¿a que si?. Las oportunidades no vienen así solas a nuestra casa llamando la puerta y preguntando si estamos libres 😉 Tampoco vendrán por mucho que creamos que todo lo que soñemos, se materializará. Hace falta algo de acción por nuestra parte. Hay que ir buscando la inspiración, hablar con la gente y comunicar nuestras inquietudes, acudir a los eventos de las temáticas que nos interesan, leer y más leer, y entonces será más fácil a que las oportunidades que están esperándonos aparezcan. En conclusión: marca tus prioridades vitales, no pares de buscar inspiraciones, interactua con la gente, conócete sobre todo tus competencias, ten ojos bien abiertos y ya verás que el universo tiene un plan preparado para ti. Ahora fata que hagas el paso y te atreves a realizarlo 🙂 Además, ¡el marzo es un buen mes para empezar!
Maite
6 marzo
Gracias Joanna por este post. Me hallo exactamente en ese punto: quiero cambiar mis prioridades pero no veo claro por dónde tirar, ni qué quiero hacer…Con calma, no queda otra! Me ha animado leerlo. A por marzo!