Entrevista, el momento más esperado y más importante de todo el proceso de búsqueda de empleo o de selección. Tanto el candidato como el entrevistador deben darle la misma importancia porque tenemos que recordar que un entrevista no es nada más que una reunión entre dos (o más) personas que tienen objetivos en común:
El entrevistador:
- averiguar la experiencia y las competencias del candidato
- definir su motivación
- preveer el desempeño
- transmitir la información sobre el puesto y la empresa
El candidato:
- transmitir la experiencia y sus competencias
- demostrar la motivación
- comunicar los beneficios que obtendrá la empresa por contratarle
- averiguar la información sobre el puesto y la empresa
Como podéis ver, de lo que vamos a hablar en la entrevista nos debe interesar tanto a nosotros como al entrevistor y pensad que no es nada más que un encuentro para ver si las dos partes sintonizan y si la empresa y el puesto son lo que tu estás buscando pero también si tu perfil encaja con lo que está buscando la empresa. Es muy importante tener esta actitud al ir a la entrevista para luego no sentirse mal y no sufrir cuando nuestra candidatura haya sido descartada.
¡Ojo! es la candidatura la que se desestima en un proceso de selección, ¡no a la persona!
Si lleváis un tiempo haciendo entrevistas y aún no habéis logrado ser finalista en ninguna de ellas, el motivo por el cual eso sucede puede ser diferente:
- Tu perfil no encaja con lo que necesita el mercado laboral
En este caso puedes hacer dos cosas. Por un lado revisar si tu curriculum transmite bien tu perfil y tus competencias, si se adapta a este puesto de trabajo y si sabes transmitir ésta adecuación. Por otro lado hacer un autoanálisis de tu perfil profesional para definir bien tus puntos fuertes y en general todo lo que puedes ofrecer a la empresa. Además, es imprescindible definir los gaps y ver si se pueden cubrir con algún curso de formación.
- Tu pefil encaja pero las condiciones que estás buscando, no son los que ofrecen las empresas
Es lo que pasa a menudo. Queremos un sueldo digno, un horario que nos permita al menos conciliar algo (ya no digo conciliar de todo porque parecerá casi como una utopía), buscamos un proyecto motivador e interesante, etc… Y luego chocamos con la realidad y resulta que es muy complicado encontrar lo que queremos, a día de hoy especialmente en el mercado español. Pero no es imposible (la prueba de ello la podéis leer aquí). Por lo tanto, en este punto yo te animaría a que sigas buscando, pero antes de ello que hagas un pequeño balance de tus prioridades, intereses y valores. Simplemente, te ayudará a focalizar en lo que realmente te interesa ahora mismo, en el momento actual. Quizá si eres madre, tu prioridad puede que sea tener un trabajo cercano a tu domicilio y con un horario mediatemente aceptable y sin embargo el sueldo y posible crecimiento profesional lo dejarías en el segundo plano. O puede que al revés, para ti lo más importante es la posibilidad de desarrollo profesional y un proyecto motivador, sin embargo tanto la distancia como los horarios no serían un problema. O como otra opción, lo único que buscas es un buen sueldo (aquí ya te digo que lo tienes complicado ;-)). En conclusión,lo que intento decir es que es difícil poder tener todo a la vez aunque se que pedir unas condiciones de trabajo dignas (sueldo, horarios, buen proyecto, desarrollo profesional) no es nada del otro mundo y cada empresa debería ofrecerlo, la realidad no es así, al menos cuando empezamos desde cero nuestra andadura laboral.
¿Desde cero?…seguramente alguien de vosotr@s esta pensando que desde cero nunca empezamos, que ya tenemos cierto recorrido y experiencia. Estoy de acuerdo, pero para una empresa nueva, por mucha experiencia que tengas, eres un miembro de su «familia» nuevo y desconocido y durante los primeros meses tendrás que demostrar tu valía. Lo importante como dicen algunos es «meter la cabeza» y es cierto. Nunca sabrás que tal te va a ir en tu nuevo empleo hasta que no estes ahí y conozco casos de la gente que había entrado en una empresa que tenía muy buena pinta y luego resultó todo lo contrario (el ambiente del trabajo y las condiciones peores de lo esperado) y también conozco otros casos que entraron en una empresa sin grandes expectativas y el resultado ha sido extraordinario. Así que con que un puesto cumpla con el mínimo y con lo más prioritario en vustra situación actual, ¡adelante! Que igualmente cada acción nos trae un aprendizaje 🙂
Otro problema que puede haber en este punto, es nuestra actitud. Si vamos a la entrevista en plan «voy para ver que tal, pero no me apasiona la oferta y dudo que cumpla con lo que estoy buscando» obviamente esta actitud estará reflejada en nuestra comunicación verbal y no verbal. Como las emociones están conectadas con nuestro cerebro, y por ejemplo, nos costaría ser creativos si trabajamos bajo presión o con prisa, así como no nos sería fácil comunicar con energía si nos sentimos tristes o con baja autoestima. Si vamos a la entrevista con el presentimiento de que no nos interesará lo que nos van a contar, nuestro cerebro se encargará de nuestro comportamiento que probablemente carecerá de ánimo, ilusión, energía, alegría. Espero haberme explicado bien 🙂
Os propongo dos ejercicios de prioridades.
1 Piensa qué tienes dos puesto de trabajo para elegir. Primero muy bien pagado y otro no tan bien pagado (sin ir a los extremos 😉 pero tirando a lo menos de lo que te gustaría. ¿Qué tendría que ofrecer este trabajo para que te sea más atractivo que el primero?
2. ¿Qué es lo que te motiva más en un puesto de trabajo?
Podéis encontrar más ejercicios para reflexionar aquí o en este post Caminando hacia la Meta Profesional
Otra cosa muy importante es preparar nuestro mensaje de presentación. Normalmente una de las primeras preguntas que se suele hacer en una entrevista es «Cuéntame algo de ti» despúes de la cual quien debe hablar e impresionar es el candidato. Para prepararse a responder a esta y otras preguntas típicas de la entrevista os hablaré en el siguiente post 🙂
NO COMMENT